lunes, 18 de enero de 2010

CREACIÓN

Hace mucho tiempo cuando los dioses todavía eran nuevos para este mundo, cuando la luna y las estrellas aun no existían, cuando las almas apenas poblaban la tierra y los lugares eran disputados en titánicas peleas entre dioses…

Fidel era un dios de bajo nivel al que se le encomendó la supervisión del traslado de las almas de este mundo al siguiente paso. Él tenía la responsabilidad de decidir que le pasaba a un alma humana al morir, el decidía si se convertía en un nuevo animal, en otro humano o si su existencia ameritaba un destino más elevado…

Fidel tenía la fama de ser mujeriego, seducía a toda jovencita linda que se cruzara enfrente de él. Cuando las jóvenes amantes morían él las recompensaba convirtiéndolas en hadas lindas y hermosas.

Un día Fidel conoció a una joven forastera, era de un porte diferente para él, algo nuevo y cautivador, algo que los dioses habían creado y llamado ninfa, él quiso seducirla pero ella no cayó tan fácilmente, ella puso muchos peros para poder ser su acompañante, le pidió dejar a todas las otras mujeres y darle todo su amor.

Muchas ninfas aparecieron en aquel tiempo, pero ninguna como la primera, ninguna como ella, los dioses sin duda disfrutaron con ellas, pero la primera ninfa era también pretendida por Cumming, quien era el dios supremo en turno, el más poderoso de los dioses actuales.

Fidel, cautivado por el encanto de aquella ninfa y como muestra de su amor, intentó demostrarle que era la única mujer en su vida, arrepentido por darle la bella apariencia de hadas a sus antiguas acompañantes decidió cambiarles de forma, convirtiéndolas en luciérnagas, así es como nacieron las luciérnagas y murieron las hadas…

La ninfa quedó cautivada por tal detalle que aceptó a Fidel como su acompañante y justo la noche en el que consumarían su unión Cumming, enfurecido por aquella afrenta que la ninfa le había hecho, decidió tomar venganza. Con un movimiento de su dedo la fulminó, la ninfa cayó muerta en los brazos de Fidel, Cumming se regocijaba porque la unión no se consumó y la ninfa nunca fue de Fidel…

Fidel entristecido no tenía consuelo, pero tomó valor, utilizó su puesto y derecho para transformar a la ninfa en un ser maravilloso, quería poder verle siempre, quería que la acompañara por la eternidad, así es como la convirtió en un ser que iluminaba el mundo entero y la llamo “Luna”. Cumming enfurecido hizo que la luna diera vueltas por la tierra y de esta manera limitar el tiempo en el que él la podía ver. Fidel solo exclamó, “Poco o mucho, el ver a mi amada siempre será bienvenido”.

Cumming en su cólera no sabía qué hacer y ocultó parte de ella según fuera el día y cada cierto tiempo ni era visible. Fidel solo exclamó “Esto hasta es positivo, el tiempo en el que no la veo es tiempo para poder extrañarla y disfrutar más cuando la vea”.

Cumming enfurecido con tal afrenta decidió maldecir a Fidel con la sentencia de no poder mirar nunca al cielo, Fidel no podría por ende ver más a su amada y desconsolado lloró y lloró hasta que sus lagrimas al pasar de los siglos crearon los océanos, el dolor era inmenso por saber que su amada estaba arriba y no podía mirarla, entonces el llanto paró cuando levanto la vista y la vio, tan bella como la recordaba y cada noche desde entonces Fidel puede ver a su amada en el reflejo de su llanto…

No hay comentarios:

Publicar un comentario